LAS
EMOCIONES
Las emociones constituyen uno
de los pilares fundamentales del ser humano, pues determinan el comportamiento
y la capacidad de aprendizaje. Una adecuada educación emocional propicia el
bienestar, la salud y previene dificultades en el desarrollo, afianzando la
formación de una personalidad equilibrada; expresar y controlar las emociones
es un objetivo educativo básico que favorece el proceso de desarrollo.
Educar emocionalmente
significa aceptar las emociones, sentir empatía hacia los demás, ayuda a
identificar y a nombrar el sentimiento que se experimenta, ayuda a poner
límites, enseña formas aceptables de expresión y de relación con los demás,
enseña a quererse y aceptarse a uno mismo, a respetar a los demás y ayuda a
proponer estrategias para resolver problemas.
Una de las labores de la
escuela y de la educación es transmitir valores que permitan a niñas y niños
sentirse más felices con ellos mismos y con los demás; otra es proponer
alternativas que cooperen en el desarrollo de la identidad personal y enseñar a
actuar con autonomía y responsabilidad social.
LA ALEGRÍA
La alegría es una emoción que
experimentamos cuando vivimos momentos agradables o nos suceden acontecimientos
personales favorables. La risa es positiva para nuestro estado físico y
psicológico.
Beneficios de estar alegre y de sentir alegría:
- Desde el punto de vista
biológico, el hecho de estar alegre combate el estrés y mejora el tono general
del ser humano, favoreciendo las defensas del organismo frente a las
enfermedades.
- Ayuda al proceso de
aprendizaje y a la socialización, dado que un entorno amable hace que los niños
y las niñas aprendan con más facilidad.
- Ser alegres y positivos nos
ayuda incluso a superar la adversidad. Cualquier obstáculo o contrariedad ha de
ser sentido como un reto, no como una barrera infranqueable, y la alegría
contribuye a que veamos así los obstáculos.
- La alegría anima a jugar en
el sentido amplio de la palabra y a ser creativo, permita el desarrollo y el
entrenamiento de las habilidades físicas, psicológicas e intelectuales y
también de las habilidades sociales necesarias para el crecimiento personal y
el establecimiento de bases para la amistad.
Un sencillo ejercicio para reconocer la alegría
JUAN ESTÁ CONTENTO…..
¿Cómo lo sabe él?
Se ríe mucho Está muy feliz Se lo pasa bien
Disfruta con lo que hace Está satisfecho
¿Qué hace y dice para
expresar su alegría?
¡Qué bien me lo estoy
pasando! ¡Me encanta! ¡Qué chuli!
¡Me gusta! ¡Que divertido!
¿Cómo lo sabemos nosotros?
Sonríe Se ríe a carcajadas Los
ojos le brillan
Abre mucho los ojos Salta y mueve las piernas
Estira las manos y eleva los
brazos
Palabras relacionadas con la alegría que nos dan pistas para
reconocerla:
También estoy alegre cuando me siento….
FELIZ
DIVERTIDO/A
ENTUSIASMADO/A
JUGUETON/A
ANIMADO/A
ENCANTADO/A
LA TRISTEZA
La tristeza es una emoción
que aparece cuando algo o alguien que nos gusta, o que queremos se aleja,
desaparece o no está con nosotros.
Hacer frente a la tristeza
Conviene que los niños/as
aprendan a identificar y a ser capaces de exteriorizar la tristeza de forma
natural. El llanto no es solamente una expresión propia de personas con mayor
sensibilidad. Es importante que se den cuenta de que, cuando estamos tristes,
disminuyen nuestras ganas de hacer cosas, nuestra energía y nuestro entusiasmo.
Siempre estamos tristes por alguna razón, por algo que ha sucedido en nuestras
vidas, ya sea a nivel social, personal, físico… Sentir tristeza o estar tristes
no es malo.
A veces la tristeza tiene una
duración corta, simplemente se trata de un simple disgusto o de una desilusión
y podemos superarla cambiando el sentimiento negativo por uno positivo. Pero,
en otras ocasiones, la tristeza se vuelve duradera y está presente en nuestro
día a día. Entonces debemos tomar medidas, porque esa es una señal de la
existencia de una situación que no hemos resuelto.
¿Cómo superar la tristeza?
- A través del llanto. El llanto nos permite sacar de nuestro interior las energías
negativas y evita que se queden a vivir dentro de nosotros. Nos renueva y nos
purifica.
- Compartir lo que te preocupa. Poder compartir con otras
personas nuestro malestar o, sencillamente, aceptar su compañía, para no estar
solos, alivia nuestro disgusto y hace que nuestro estado de ánimo mejore.
- Haz un paréntesis. Tener la oportunidad de descansar y alejarse de las
preocupaciones que nos pesan, cambiar de ambiente y de entorno durante unos
días nos liberará de las cargas que nos impiden estar más animados.
Pero también la tristeza
puede aportar algunas cosas buenas, dado que puede servir como una señal que
atraiga a los demás para que nos ayuden. Por otra parte es útil para tomar
conciencia de uno mismo y autoevaluarse, reflexionando sobre algunas cuestiones
más íntimas que nos ayudan a conocernos mejor.
Un sencillo ejercicio para
reconocer la tristeza
JUAN ESTÁ TRISTE……
¿Cómo lo sabe él?
Está desmotivado Está desilusionado
Tiene ganas de llorar
Le parece que todo le sale
mal Se siente solo
¿Qué hace y dice para
expresar su tristeza?
Estoy tiste No me quiere nadie
No tengo ganas de hacer nada
No quiero jugar Todo me sale mal No puedo
¿Cómo lo sabemos nosotros?
No sonríe No quiere hablar Llora No
quiere jugar
Suspira No hace mucho caso Baja la vista
Palabras relacionadas con la tristeza que nos dan pistas para
reconocerla:
También estoy triste cuando me siento…
AFLIGIDO/A
NOSTÁLGICO/A
DESGRACIADO/A
MELANCÓLICO/A
DESALENTADO/A
APÁTICO/A